El diafragma es el músculo que separa el tórax del abdomen. El hiato diafragmático es parte de la barrera anatómica que separa el esófago del estómago. Si se desplaza el estómago hacia el tórax, esta barrera no es efectiva y el contenido gástrico puede pasar con facilidad al esófago. Por lo tanto, la existencia de una hernia de hiato favorece el reflujo gastro-esofágico, pero no es su única causa. Aunque es más frecuente a partir de los 50 años, existen muchas personas de todas las edades, por lo demás sanas, que presentan hernia de hiato.
La hernia hiatal o hernia de hiato, se presenta cuando una porción del estómago se extiende más allá del torax al sobrepasar un músculo conocido como diafragma. Se trata de una afección común en personas mayores de 50 años y algunos factores que pueden propiciar su desarrollo son la obesidad, la edad, así como el consumo de tabaco.
Hernia de hiato y reflujo gastroesofágico
Uno de los principales y más molestos síntomas de la hernia hiatal, es el reflujo ácido o regurgitación, dejando una sensación de ardor que va desde la boca del estómago hasta nuestra garganta.
El reflujo gastroesofágico puede ser un síntoma muy molesto, y a menudo es el síntoma que lleva al diagnóstico de la hernia hiatal. Aunque muchas personas recurren al uso de antiácidos para calmar las molestias asociadas con el reflujo no es lo más recomendable, puesto que se altera la digestión y podrían ocultarse otros síntomas, por ello, lo más indicado es seguir las instrucciones de nuestro médico y tratar de evitar el abuso de antiácidos.
El diagnóstico inicial de la hernia de hiato se basa en los síntomas; sin embargo, si estos son diarios o es necesario mantener tratamiento farmacológico durante más de 2-3 semanas, es conveniente realizar exploraciones dirigidas a conocer:
- La existencia o no de reflujo gastroesofágico (RGE).
- La existencia o no de complicaciones derivadas del RGE.
- Descartar otras lesiones que clínicamente se parecen al RGE y tienen un tratamiento y un pronóstico diferente.
El diagnóstico se realizará mediante técnicas endoscópicas pudiendo ser necesaria en ocasiones, la realización de una ph-metría para conocer el grado de acidez existente en el esófago.
El tratamiento irá desde medidas posturales y hábitos de vida, fármacos durante un tiempo más o menos prolongado; cuando estas medidas fracasan y en casos muy estudiados, puede estar indicado el tratamiento mediante funduplicatur.
Recomendaciones generales
Existen medicamentos para fortalecer los músculos que evitan que ocurra el reflujo, y también existe la cirugía para remediar la hernia de hiato, no obstante, llevar una dieta apropiada, y seguir algunas recomendaciones, puede ayudarnos a combatir el reflujo gastroesofágico:
- Pierde peso si existe sobrepeso u obesidad
- Evita las comidas abundantes, es conveniente fraccionar nuestra toma de alimentos en comidas más pequeñas durante el día, es decir, 5 tiempos de comida más ligeros, en lugar de sólo 3 abundantes.
- Evita acompañar tus comidas con bebidas, puedes tomar líquidos media hora antes de la toma de alimentos o incluso durante el día, pero no junto a los alimentos.
- Evita las comidas líquidas o abundantes en caldo, ya que estas pueden favorecer el reflujo.
- No tomes siestas o te recuestes después de comer, espera al menos 1 hora antes de acostarte y preferentemente dos horas.
- Procura no agacharte después de comer
- Levanta tu cama 5 a 10 centímetros en la parte de la cabecera, puede ser con ayuda de tabiques o un ladrillo, de esta forma la gravedad impedirá el reflujo.
- Trata de no hacer una actividad física inmediatamente después de comer.
Alimentos recomendados
Una dieta para mejorar el reflujo debe ser de fácil digestión y sin irritantes preferentemente, por lo que los siguientes alimentos son los más recomendables.
Cereales integrales: Son los que están hechos con el grano entero, aportan más fibra que sus versiones refinadas, lo que facilitará nuestra digestión, algunos ejemplos de cereales integrales son el arroz integral, el pan integral y la pasta integral.
Verduras: Se aconsejan casi todas y preferentemente crudas o con muy poca cocción, como las verduras al vapor. Se deben evitar las verduras ácidas e irritantes como el tomate, y el chile o los pimientos.
Frutas: La mayoría de las frutas se pueden consumir sin problemas, a excepción de los cítricos como la naranja, kiwi, pomelo o piña, aunque algunas personas pueden tolerarlas sin problemas.
Legumbres: Son rica fuente de fibra, por lo que su consumo es recomendable, se aconseja remojar y eliminar el agua de remojo antes de su cocción para eliminar los factores anti nutritivos.
Carnes: Se deben evitar y sustituirlas por proteína vegetal que es de mejor asimilación y facilidad para ser digerida sin causar irritaciones en la mucosa gástrica. Además según un último informe de la OMS, carnes rojas y embutidos son desaconsejables por ser precursores cancerígenos.
Por último las bebidas para consumir durante el día son, el agua natural, y las infusiones que promueven una buena digestión, como la de manzanilla o el te de coca.
Alimentos prohibidos
Algunos alimentos pueden provocar reflujo o bien agravarlo, por lo que debemos tratar de evitarlos, también hay alimentos que relajan el esfínter esofágico inferior, es decir, un anillo de músculos que impide que el bolo alimenticio retorne por el esófago.
Menta: En todas sus presentaciones, como té, caramelos, etc, puede ser perjudicial, ya que relaja el esfínter esofágico inferior dando como resultado el reflujo.
Frutas cítricas: Pueden ser mal toleradas por personas con reflujo gastroesofágico, resultando irritantes, evitar el limón, naranjas, pomelo, entre otros si has notado que molestias tras su consumo.
Condimentos irritantes: La pimienta, el chile, y las comidas muy condimentadas y picantes pueden agravar el reflujo, por lo que debemos limitar su consumo.
Comidas grasosas: Las carnes ricas en grasa, como embutidos se deben evitar, así como las preparaciones que incluyan demasiada grasa, tales como los fritos, los rebozados, o estofados que requieran de mucho aceite. Métodos de cocción más aconsejables son los hervidos, al vapor, asados o al horno.
Bebidas carbonatadas: Las gaseosas, y bebidas carbonatadas se desaconsejan en general.
Chocolate: Al igual que la menta, el chocolate posee sustancias que pueden relajar el esfínter gastroesofágico inferior, dando como resultado el reflujo.
Bebidas ricas en cafeína: Los refrescos, bebidas estimulantes y el café pueden ser muy irritantes y poco aconsejables en el tratamiento de reflujo gastroesofágico.
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Acupuntura, Terapia Neural, Homeopatía, Quiropraxia, Fitoterapia, Radiónica, Laserterapia, Cromoterapia, Visualización Creativa, Sanación Cuántica, Terapia de Regresión, Armonización de Chakras y Equilibramiento del Campo Energético.
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